¿Qué es? La tos de las perreras
Es una enfermedad respiratoria común, contagiosa y típicamente autolimitada que se caracteriza por la inflamación de los bronquios y la tráquea. La tos de las perreras puede ser de naturaleza viral o bacteriana y es causada por muchos tipos diferentes de virus / bacterias que se encuentran en los espacios públicos donde se congregan otros perros. Los perros contraen la tos de las perreras al inhalar bacterias o partículas de virus en su tracto respiratorio.
Similar a un resfriado en los humanos, la tos de las perreras se transmite a través de gotitas en el aire, contacto directo o superficies contaminadas. Se contrae fácilmente a través de la exposición en perreras, guarderías para perros, eventos deportivos caninos, oficinas veterinarias, cualquier espacio público donde los perros visiten, como parques, o prácticamente en cualquier lugar donde su perro entre en contacto directo o indirecto con otros perros. Como un resfriado humano, es muy tratable, pero difícil de prevenir.
Síntomas de la afección
Los síntomas generalmente comienzan a desarrollarse de dos a seis días después de la exposición e incluyen una tos seca o que suena como si el perro se estuviera ahogando, y que puede ir acompañada de una secreción nasal u ocular. También puede incluir fiebre y pérdida del apetito. La tos puede ser provocada por la excitación, el juego, el beber o comer, o al aplicar presión en la garganta. Los síntomas pueden durar desde unos pocos días hasta varias semanas.
Prevención
Todos los perros son susceptibles a la tos de las perreras. Si bien existe una vacuna disponible para el virus de la bordetella, que es la cepa más común de tos de las perreras, dado que hay otras cepas que no están cubiertas por la vacuna, es posible que la vacuna no evite que su perro contraiga la enfermedad. La mejor manera de limitar (pero no eliminar) la exposición de su perro es alejarlo de las áreas públicas donde otros perros se congregan tanto como sea posible.
Tratamiento de la tos de las perreras
El tratamiento debe incluir una visita al veterinario para que el examen médico pueda determinar si son necesarios un supresor de la tos y antibióticos, ya que no son apropiados en todos los casos. Se debe evitar pasear al perro con un collarín durante los síntomas, ya que esto puede ejercer más presión sobre la tráquea, provocando la tos e inflamando aún más su tráquea.
También es útil un vaporizador o poner al perro en el baño mientras se ducha de vapor para ayudar a destapar la nariz y abrir las vías respiratorias. También existen algunos remedios naturales que pueden utilizarse para ayudar al perro a aliviar los síntomas. El tratamiento de la tos de las perreras no significa que el perro nunca más volverá a contraer la enfermedad. Al igual que con el resfriado humano, cada vez que el perro está cerca de otros perros y áreas de perros, corre el riesgo de contraer la enfermedad.
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