Masturbacion en perros
Descubre los consejos de un veterinario conductista y respuestas a preguntas sobre este comportamiento en perros …
Monta entre perros del mismo sexo
Sin embargo, dos perros del mismo sexo que se superponen no son homosexuales. La homosexualidad no existe en los perros. Además, en general, la erección nunca se completa.
El se excita :
• O superposiciones jerárquicas.
• O la activación del patrón motor «superpuesto» que puede ser inducido por la excitación.
Masturbacion en perros: Superposiciones o montas jerárquicas
Manifestar la ascendencia de un individuo sobre otro (intento de control).
La superposición jerárquica existe en ambos sexos y siempre es el dominante quien se superpone al dominado.
También puede manifestarse hacia los humanos (en una pierna o un brazo, por ejemplo). En este caso, puede representar la última fase de una agresión jerárquica (en caso de competencia por el acceso a un recurso, como la comida, por ejemplo).
La superposición realmente adquiere un significado social durante la adolescencia (el perro llega a la pubertad ).
La activación del patrón motor de «superposición» inducida por la excitación
Un patrón motor es una secuencia de comportamiento genéticamente programada y, por tanto, no modificable. Este puede ser el caso de superposiciones:
• En los cachorros, aparecen más bien durante el juego, en este caso, no tienen un significado social o sexual particular.
• En un perro adulto, cuando las llamadas zonas erógenas son estimuladas por contacto (pubis, espalda baja), por ejemplo en una secuencia de juego con humanos cuando aumenta el nivel de excitación. En este último caso, una estimulación externa (contacto) favoreció este comportamiento.
Masturbación del perro o superposición de un humano.
Los perros que se masturban en público (en un cojín o en la pierna del dueño, por ejemplo) no lo hacen porque se sienten frustrados sexualmente. Se trata de la expresión pública de su sexualidad, posible gracias a los privilegios que les otorga el maestro. El perro lo realiza con mayor frecuencia, en presencia del dueño del mismo sexo que él.
En los perros fecundados exclusivamente con humanos (sin contacto con otros perros antes de los cuatro a seis meses de edad), este comportamiento, que se produce en ausencia o en presencia del amo, está naturalmente orientado hacia el humano, al que luego considera como un congénere, con el propósito de aparearse.
Cualquier intento de superposición siempre debe ser reprimido. Tolerarlo es aceptar la ascendencia del perro.
Si la ambigüedad de su “posición social” ya está instalada en la cabeza del perro (se ve a sí mismo más como un líder), la reprimenda del dueño puede derivar en un comportamiento agresivo, provocando un posible peligro. Por tanto, puede ser necesaria la ayuda de un veterinario. Éste establecerá una terapia que permita replantear al perro en el respeto y la confianza, lo que tendrá como consecuencia asegurarlo, luego las exhibiciones serán reprimidas en un segundo paso, si persisten.
La castración del perro , por este comportamiento molesto, puede resultar eficaz, si se realiza de forma precoz.
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